30 Ejemplos de Actitud Negativa
Al tratarse de algo tan abstracto, no podemos definir la actitud negativa como algo en particular, ya que es, más bien, una serie de disposiciones y comportamientos que nos mantienen en un estado de ánimo cercano a la tristeza o a la frustración. Todos estos comportamientos son inconscientes y la mayoría de las veces las personas no son capaces de percibirlos por sí mismas, como en el caso de quienes quieren tener siempre la razón o la última palabra en una discusión. En el siguiente artículo enumeramos algunos ejemplos de actitud negativa y una posible solución.
30 Ejemplos de Actitud Negativa
- Además de ser sumamente molesto, quejarse constantemente es una de las formas en que nuestra negatividad sale a la luz. Este tipo de comportamiento no solo es nocivo para la persona que lo lleva a cabo, sino también para todos los que la rodean; pues la mala actitud se contagia.
- La actitud negativa de muchas personas los lleva no solo a fracasar en sus empresas, sino que a veces ni siquiera les permite comenzarlas. No intentar algo por miedo al fracaso es, entre otras cosas, la peor decisión que podemos tomar.
- Criticar a los demás es la manera implícita en la que nos criticamos a nosotros mismos. Quien puede distinguir los defectos y errores en el resto lo hace porque antes ha visto esos propios errores en él, por lo tanto, no es de extrañar que las personas que destacan por lo duros que son al momento de juzgar son también quienes más duramente se juzgan a sí mismos.
- Como mencionamos en el punto anterior, criticarse a uno mismo, además de ser un claro ejemplo de una actitud destructiva, es la causa de nuestras críticas hacia los demás. Las personas que no aceptan sus propios errores ni buscan trabajar para mejorarlos son propensos a desarrollar este y otro tipo de comportamientos negativos.
- No hay nada más desagradable que las personas que le encuentran “peros” a todo, porque no solo están limitando sus propias posibilidades, sino que también están limitando a los demás. La clave para el éxito y la felicidad es enfocarse más en las soluciones que en los problemas, porque incluso si fallamos una o dos veces, de esta forma siempre seremos capaces de encontrar una alternativa.
- Quienes tienen una actitud negativa suelen estar siempre de mal humor; ya sea por el clima, por la gente a su alrededor, por el ruido o por la mala situación del país, estas personas siempre encontrarán algo que los moleste y les arruine el día.
- Otra característica de estas personas es que siempre esperan lo peor de las situaciones y de los demás: si se retrasan dos minutos en salir de casa, entonces es probable que no alcancen a tomar el autobús y lleguen tarde al trabajo; si salen sin paraguas, entonces es probable que justo ese día se ponga a llover; si acuerdan una cita con alguien, entonces es obvio que esa persona cambiará de opinión en último momento y los dejará plantados. Estas y mil cosas más son las que posiblemente encuentres rondando por sus cabezas el día entero.
- Para las personas con una actitud negativa, confiar en los demás resulta casi imposible, pues, como ya hemos mencionado, esperan que ocurra lo peor con todos, hasta que sus más cercanos terminen traicionándolos. Muchas veces, no confiar en los demás es consecuencia de las malas experiencias que hemos tenido en el pasado, pero aun así no deja de ser algo que no trae ningún bien a nuestra vida.
- Culpar a otros de nuestros problemas y victimizarnos por los mismos no son solo actitudes infantiles y negativas, también son una forma implícita de escapar de la responsabilidad de nuestras acciones. Es posible que todos hayamos caído alguna vez en esta conducta, pues, como mencionamos anteriormente, suele verse en niños y adolescentes. Sin embargo, siempre debemos intentar ser responsables de nosotros mismos, eso incluye aceptar las consecuencias de nuestros actos.
- Sentir celos no solo es una muestra de inseguridad, sino también una conducta que puede debilitar nuestras relaciones con amigos, familiares e intereses románticos.
- A veces la culpa es algo con lo que tenemos que lidiar, pero esta se convierte en un problema cuando empezamos a responsabilizarnos de actos que escapan a nuestro control. Culpabilizarse es algo que debemos evitar si queremos sentirnos bien, pues, como dice el dicho: “De nada sirve llorar sobre la leche derramada”.
- El más claro ejemplo de actitud negativa es ser pesimista. Quienes piensan de forma pesimista están predispuestos a que ocurran cosas malas, por eso no es de extrañar que sean a quienes más les cuesta concretar sus planes.
- Los prejuicios son presuposiciones sobre las cosas y personas a nuestro alrededor que suelen estar errados, ya que se crean a partir de la generalización. A pesar de que los creamos de forma inconsciente a fin de facilitarnos las cosas, se los considera malos, puesto que suelen hacernos creer cosas malas de personas que ni siquiera conocemos.
- Las comparaciones, a menos que estas sean utilizadas para inspirarnos a seguir adelante y ser mejores, suelen ser negativas, pues en la mayoría de los casos nos desalientan y señalan únicamente nuestras malas características.
- Las personas que envidian a otros suelen hacerlo porque están llenos de inseguridades con respecto a ellos mismos; este hecho no justifica su conducta negativa, pero la hace más comprensible. Es importante aceptarnos e intentar mejorar siempre a partir del amor propio y con una buena actitud hacia las dificultades que debemos superar.
- Además de ser una pérdida de tiempo, pensar constantemente en el pasado es extremadamente dañino para todos. De nada sirve pensar en las cosas que podrían haber sido si hubiéramos hecho tal o cual cosa, este tipo de conducta es perjudicial y consume la energía que podríamos utilizar en pensar en el presente y, sobre todo, en el futuro.
- Lamentablemente, las personas tienden a pensar en las cosas que no tienen con más frecuencia que en las cosas que tienen. Al igual que en el caso anterior, esto no es más que una pérdida de tiempo; si hay algo que queremos, lo más lógico es trabajar por él y no quejarnos hasta que llegue a nosotros por arte de magia.
- Uno de los ejemplos de actitud negativa que resulta más dañino es el de decirle a los demás que no son capaces de lograr lo que se propongan, porque en este caso tu actitud no solo es algo que te afecta a ti, sino que desmotiva también a las personas que te rodean. Muchas veces, este tipo de comentarios son dichos por personas que no han conseguido lo que querían y no soportan el hecho de que alguien más tenga éxito en aquello en lo que ellos fallaron.
- El agradecimiento es siempre el punto de partida del éxito, pues debemos ser conscientes de las cosas que tenemos para determinar el camino que seguiremos a fin de alcanzar nuestras metas. No ser agradecido es una actitud que suelen tomar las personas inmaduras.
- Guardar rencor no solo es un gasto de energía innecesario, sino también una conducta dañina para quien la lleva a cabo, ya que, además de los problemas emocionales que este tipo de sentimientos trae, está comprobado que puede traer enfermedades al cuerpo.
- No es nada sabio esperar cosas de los demás porque, aunque creamos lo contrario, la verdad es que nadie nos debe nada. Vivir una vida sin expectativas sobre otros es la mejor actitud que podemos adoptar, pues de esa forma es mucho menos probable que terminemos decepcionados.
- Todo el mundo es diferente y único, por eso esperar que otros actúen como tú lo harías puede perjudicar tu relación con las personas a tu alrededor, pues nadie quiere que le estén diciendo constantemente qué hacer.
- Querer mandar a los demás es un rasgo de la personalidad de algunos y está relacionado con el ejemplo anterior. Las personas autoritarias pueden tener buenas intenciones, sin embargo, al anteponer su voluntad sobre la de otros están actuando de forma negativa y pasando a llevar la libertad de quienes los rodean.
- Ridiculizar a las personas no solo es una gran falta de respeto hacia ellas, también es una actitud negativa que debemos evitar a toda costa. No debemos burlarnos de los intentos de otros, incluso si estos no resultan como se esperaba, pues quienes lo intentan están siempre un paso más adelante de los que se quedan sin hacer nada.
- Todos somos egoístas en algún aspecto de nuestra vida y eso no tiene por qué ser algo malo si sabemos cómo controlarnos; el problema viene cuando ser egoísta se convierte en algo que te impide relacionarte de forma sana con el resto de las personas.
- Quien cree conocer la verdad absoluta no puede estar más equivocado y fuera de lugar. No existe algo semejante y pretender convencer a las personas de que tu verdad debería aplicar para todos es absurdo y un claro ejemplo de lo que es una actitud negativa.
- Muchas veces, especialmente después de haber vivido situaciones complicadas, rechazamos a otros antes de conocerlos. Estar a la defensiva puede ser una buena forma de sobrevivir, pero no te asegura la felicidad ni satisfacción personal; puede que esta actitud te mantenga seguro, pero también te mantendrá al margen de la compañía y el cariño de los demás.
- Es natural que cuando alguien a quien apreciamos nos cuenta un problema, queramos darle una solución. Esto puede sonar inofensivo y amable, pero en realidad es una conducta agresiva, pues hace que la otra persona se sienta forzada a hacer algo. A menos que te pidan un consejo, nuestra actitud ante los problemas de nuestros seres queridos debe ser la de alguien dispuesto a escuchar y acompañar sin hablar ni emitir juicio.
- Querer ser indispensable es algo que ocurre muy frecuentemente entre los adultos que tienen hijos. En su afán de que no les falte nada, muchos padres pretenden suplir absolutamente todas las necesidades y caprichos de sus hijos y adoptan costumbres como ordenar sus juguetes o hacer sus tareas de la escuela. Este tipo de comportamiento termina siendo perjudicial para los niños, porque no les permite crecer y aprender por su cuenta.
- Los estereotipos fueron creados como atajo mental para conocer nuestro entorno; sin embargo, etiquetar a las personas puede resultar ofensivo y es contraproducente, porque más de una vez nuestros prejuicios serán errados.
¿Cómo nos afecta una actitud negativa?
Además de volvernos una compañía desagradable para las personas que nos rodean, una actitud negativa puede tener diversos impactos dependiendo de la magnitud de esta y del área en la que aparezca. Es posible que las personas que no tienen una buena actitud al momento de trabajar o buscar trabajo les cueste más encontrar el éxito profesional; de la misma forma, quienes quieren tener amigos, pero no ponen de su parte en la tarea de forjar amistades muy probablemente se encontrarán más solos que quienes han invertido tiempo y preocupación por mejorar sus relaciones interpersonales.
Como hemos podido ver en los ejemplos anteriores, una actitud negativa puede traducirse como la falta de interés o motivación necesaria para tomar determinada acción en tu vida. Por lo tanto, es de suponer que quienes no muestren una buena disposición a enfrentar los distintos desafíos que le son planteados, le será más difícil lograr sus metas.
¿Cómo cambiar una actitud negativa?
El primer paso, como en muchos otros problemas, es aceptar nuestra situación actual; una vez hayamos hecho eso, habremos recorrido la mitad del camino. Existen muchas formas para cambiar una actitud negativa por una que nos impulse a convertirnos en las personas que queremos ser (ya que este problema es más común de lo que a veces pensamos). A continuación, te dejamos los tres puntos claves para hacer el cambio que te permitirá ser no solo alguien más exitoso, sino también alguien más feliz.
1. Gratitud
Muchas veces basta con mirar hacia un lado para ver las carencias de otras personas y así darnos cuenta de lo afortunados que somos. Por eso, antes de buscar cosas nuevas, lo primero que todos debemos hacer siempre es agradecer lo que tenemos por muy poco que sea, pues estas cosas serán la base desde la que partiremos para alcanzar nuestras metas.
2. Autoconocimiento
Algo muy importante y que siempre debemos tener en cuenta es que somos personas con talentos y fortalezas únicas; entre mejor conozcamos esas fortalezas, mayor será el provecho que podremos sacarles al momento de lograr nuestras metas.
3. Fijar objetivos
Ya sean a corto o a largo plazo, una persona que fija objetivos es alguien que sabe lo que quiere y, como tal, alguien que es más consciente del camino que debe seguir para alcanzar ese algo. Lo más importante para generar un cambio de actitud es dejar de pensar en qué es lo que han logrado los demás para empezar a concentrarte en qué has logrado o qué quieres lograr tú. Las comparaciones, a menos que sean para inspirarnos, no sirven más que para hacernos perder el tiempo.
Sin nada más que agregar sobre la actitud negativa, te invitamos a hacer tu lista de deseos y comenzar hoy mismo a trabajar por ellos.