Aquí te dejo algunos ejemplos de desenlaces de diferentes tipos:

1.  «El principito» de Antoine de Saint-Exupéry, el pequeño príncipe se despide de su amigo el zorro y regresa a su asteroide. Todos los conflictos de la historia se resuelven y la historia llega a su fin de manera concluyente.
2.  «El gran Gatsby» de F. Scott Fitzgerald, la historia termina con la muerte del protagonista y algunos conflictos importantes sin resolver, como el futuro de su amada Daisy. Se deja al lector interpretar lo que podría haber sucedido después.
3. «La metamorfosis» de Franz Kafka, la historia termina con la muerte del protagonista, que se ha convertido en un insecto gigante, y su familia se siente aliviada de que finalmente se hayan librado de él. Este final irónico sorprende al lector.
4.   «Romeo y Julieta» de William Shakespeare, los dos amantes mueren al final y la historia termina con un tono trágico y sombrío.
5. «La Cenicienta» de Charles Perrault, la historia termina con la protagonista casándose con el príncipe y viviendo feliz para siempre, después de superar todos los obstáculos que le impedían ser feliz.
6.  «Sexto sentido» de M. Night Shyamalan, la historia termina con un giro sorprendente, donde se revela que uno de los personajes principales ha estado muerto todo el tiempo.
7.  «El señor de los anillos: el retorno del rey» de J.R.R. Tolkien, la historia termina con la coronación del rey Aragorn, pero también deja al lector con una sensación de anticipación sobre lo que sucederá después.
8.   «El extranjero» de Albert Camus, la historia termina con la ejecución del protagonista, pero no está claro si él realmente quería morir o no. La ambigüedad del final deja al lector con muchas preguntas sin respuesta.
9.  «Guerra y paz» de León Tolstoy, la historia termina con la victoria del ejército ruso sobre las fuerzas francesas durante las guerras napoleónicas, pero también muestra cómo la guerra cambió a los personajes principales.
10.  «El corazón de las tinieblas» de Joseph Conrad, la historia termina con el protagonista, Marlow, contemplando el río Congo y reflexionando sobre el mal y la oscuridad que yacen en el corazón de la humanidad. El final simbólico refleja el tema principal de la novela.