30 Ejemplos de Idiotismo
Llamamos idiotismos a las locuciones o “dichos” que no siguen las reglas gramaticales del idioma español y que, luego de tantos años de uso, pasan a formar parte del lenguaje común de las personas. Existen distintos tipos dependiendo del país, de la región y hasta de la localidad. Dentro de los muchos ejemplos de idiotismo que podemos encontrar está: “muy mucho” para referirnos a situaciones en las que algo supera los límites, como en la oración “Te quiero muy mucho” (te quiero muchísimo).
Si esto te parece interesante, sigue leyendo y descubrirás algunos de los idiotismos más divertidos.
30 Ejemplos de Idiotismo
Dentro de esta categoría podemos distinguir idiotismos formados de tres maneras distintas.
Construcciones gramaticales incorrectas
- “Más mejor”. Al ser un adjetivo superlativo, “mejor” no puede ser incrementado por el adverbio “más”. Esto es una redundancia; debemos decir simplemente “mejor” y en caso de que queramos darle un énfasis especial, diremos “mucho mejor”.
- La expresión “a pie juntillas” significa “firmemente” y casi siempre va acompañada de verbos como creer o pensar: “creía en esa doctrina a pie juntillas”. Esta locución es un idiotismo porque el número del adjetivo (plural) no concuerda con el número del sustantivo (singular).
- Se considera ejemplo de idiotismo a la expresión “déjeme que le diga”, porque utiliza más palabras de las necesarias para comunicar una idea simple. La forma correcta en este caso sería: “permítame decirle”.
- Muchas expresiones utilizadas en el lenguaje cotidiano son redundantes, es decir, repiten información de forma innecesaria. Una de ellas es “la primera prioridad”, ya que, si hablamos de prioridades, entonces es obvio que estas estarán por encima de otras cosas. Decir que una prioridad va primero está de más.
- En la actualidad, “en denantes” se utiliza muy regularmente por todo tipo de personas. Esta frase, al igual que muchas otras, ha pasado a formar parte del dialecto en Chile. Es una clara mal formación gramatical que quiere decir “antes” o “hace poco”. En denantes vino a vernos Juan.
- En el caso de “a ojos vista”, el error gramatical está en la concordancia entre el adjetivo y el sustantivo. Esta frase significa “evidentemente” y se usa en situaciones casuales que no tienen relación con el nivel de educación de los hablantes. El enfermo ha mejorado a ojos vista.
- “Uno que otro” es la expresión coloquial para decir “alguno”. Corresponde a un ejemplo de idiotismo, debido a que presenta una construcción gramatical redundante y que carece de sentido para quien la escucha si este no está familiarizado con el dialecto de la zona en la que se ocupa.
- La mala utilización de adverbios puede llevarnos a caer en idiotismos como en el caso de “bien grande”. A pesar de que esta expresión no parece ser incorrecta, esto solo se debe a que la escuchamos con mucha frecuencia, la manera correcta de expresarnos es decir “bastante grande”.
- Hay muchas formas correctas de comenzar una explicación; no obstante, “es cuando” no es una de ellas. La lluvia es cuando el agua cae del cielo. El anterior es un ejemplo típico de idiotismo que se repite en personas con poca capacidad de expresión y vocabulario. Debemos evitarlo lo más posible.
- La expresión “a diario cada día” es redundante y, por lo tanto, debemos evitarla. Lo correcto es elegir solo una de las expresiones de tiempo anteriormente mencionadas. “Sacamos la basura a diario” o “cada día me es más difícil levantarme temprano”
- Los dequeísmos son más comunes de lo que pensamos. No en todas las ocasiones es correcto utilizar la construcción gramatical “de que”, así como tampoco debemos prescindir de ella por completo. Para saber en qué caso se utiliza una o la otra, lo mejor es leer de forma regular.
- Otra redundancia que al mismo tiempo cuenta como un ejemplo de idiotismo son las típicas frases “salir para afuera” o “entrar para adentro”. Si decimos “salir” se entiende que es hacia un lugar en el exterior; así mismo, si decimos entrar, sabemos que hablamos de un lugar en el interior.
- Así como existe el caso en que se intercambian las letras, también es posible agregar letras de más a una palabra para convertirla en un idiotismo, como en la palabra “nadien”, que corresponde a “nadie”. Esta palabra la utilizan casi siempre personas con pocos estudios o poca costumbre de leer.
- Los verbos en segunda persona en pasado jamás terminan con la letra “s”. Aun así, es muy común escuchar y leer palabras como “fallastes, comistes, dormistes” cuando en realidad debería ser “fallaste, comiste, dormiste”.
- Es sabido por muchas personas la curiosa forma que los chilenos tienen para hablar. Para ellos es común intercambiar la “s” al final de los verbos conjugados en segunda persona presente por una “i”, de ese modo, palabras como “estás”, “vas” o “cantas” pasan a ser “estay”, “vay” y “cantai”. Esta forma de hablar no guarda relación con la falta de educación, ya que solo se utiliza en contextos casuales.
- Al intercambiar letras, podemos hacer que palabras como “fuiste” se conviertan en “juiste”. Esto ocurre porque los hablantes suelen buscar la mayor comodidad a la hora de expresarse, especialmente si hablan muy rápido. Te juiste de aquí y ahora quieres volver. ¡Quién te entiende!
- Al igual que en el caso anterior, la palabra “afuera” se convierte en “ajuera” cuando los hablantes reemplazan el sonido de la “f” para mayor comodidad al momento de hablar. ¿Dónde están los niños? Están ajuera.
- Un claro ejemplo de idiotismo es la creación de palabras por semejanza léxica. Comúnmente creemos que podemos inventar palabras que suenen más o menos parecidas a otras que ya conocemos; así, de palabras como “expulsar” podemos obtener “expulsación”, cuya versión correcta es “expulsión”.
- Otro caso es al inventar palabras mediante la utilización incorrecta de sufijos, como en el caso del sustantivo “controlabilidad”, cuya versión correcta es “control”. No tengo controlabilidad sobre sus decisiones
- Al igual que en el caso anterior, el mal uso de sufijos da pie a la formación de palabras inexistentes como “alcanzabilidad”, una versión deformada del sustantivo “alcance”. La alcanzabilidad del telescopio es increíble.
- En el caso de la frase “que nos vaiga bien” su uso sí está relacionado con bajos niveles de educación. Su versión correcta es “que nos vaya bien”. Otro caso en el que este idiotismo se manifiesta de este modo es en palabras como “haiga”, cuya versión correcta es “haya”.
- Hoy en día existe una gran confusión con respecto a la palabra “efímero”, que se utiliza para referirnos a situaciones que desaparecen fácilmente. Es una palabra realmente fácil de confundir con “emífero”, por lo que no es extraño que muchos utilicen esta versión como la correcta.
- “Tranquilícensen”, cuya versión correcta es “tranquilícense”, sin la “n” final. Al igual que en muchos otros ejemplos de idiotismo, este se genera por el pobre conocimiento del vocabulario español presente en las zonas de menos recursos.
- La palabra “nomás” corresponde a la unión de las palabras “nada” y “más” y tiene el mismo significado que la expresión “nada más”. Es especialmente popular en Latinoamérica y no tiene nada que ver con el desconocimiento del vocabulario, sino con una forma de agilizar el habla.
- La expresión mexicana “caer el 20” significa nada más y nada menos que “ya entendí” o “ya caí en la cuenta”. Este modismo viene de los teléfonos que funcionaban con monedas de veinte centavos. Si la persona del otro lado contestaba el teléfono, entonces caía la moneda de veinte y la comunicación se establecía. Esta es una expresión tan curiosa como pintoresca.
- “Allá tú”, una conocidísima expresión latina que todos nosotros hemos escuchado más de una vez cuando no queremos hacer caso a un consejo. “Si quieres ve, allá tú”, “Adelante, duerme con la ventana abierta, allá tú si te resfrías”. Significa algo así como “tú sabrás lo que haces”.
- Cuando vemos algo delicioso decimos “se me hace agua la boca”. Con esto nos referimos a que el plato que tenemos delante se ve muy apetitoso, tanto que comenzamos a salivar solo con la idea de probarlo.
- La locución adverbial “a rajatabla” es un claro ejemplo de idiotismo y significa seguir las reglas o lo establecido de manera rigurosa, sin apartarse de lo que ha sido previsto. Esta expresión se forma de las palabras “raja” y “tabla” y tiene su origen en las grietas de las tablas de madera que siguen el camino de las grietas en el interior del tronco del árbol.
- “Andarse con tonteras” significa no ser directo en lo que decimos o queremos. Esta locución suele utilizarse de forma negativa para decir que alguien tiene claro lo que quiere desde un principio. Le pidió matrimonio apenas la conoció, Esteban no se anda con tonteras.
- Para quienes son muy obstinados, existe la expresión “buscarle la quinta pata al gato”. Esta, no solo ha pasado a ser parte del dialecto en diferentes regiones de Latinoamérica, sino que también se ha vuelto un idiotismo común por lo absurdo que plantea. Su significado es: insistir en algo que no es cierto, posible o viable.
Incorrecto: he llegado a pensar de que te quiero
Correcto: he llegado a pensar que te quiero.
Creación de palabras inexistentes
Modismos acuñados
A pesar de que los modismos no entran en la definición de idiotismos, ya que no son errores, sino formas de hablar particulares de una zona, la definición inicial ha ido perdiendo su rigidez con el paso del tiempo y actualmente es aceptable llamar idiotismos a expresiones acuñadas que parecen no ajustarse a la norma, como: