Una excusa es una justificación o razón que se da para explicar o defender una acción, comportamiento o falta. Generalmente, las excusas se utilizan para evitar asumir la responsabilidad de algo o para tratar de evitar las consecuencias de una acción negativa o no cumplida.

Las excusas pueden variar en su naturaleza y pueden ser tanto válidas como inválidas. Algunas excusas pueden basarse en hechos o circunstancias reales, mientras que otras pueden ser simplemente pretextos para evitar la responsabilidad.

Ejemplos de excusas para no quedar mal

1. «Me he doblado el tobillo, así que no puedo moverme mucho.»
2. «Tengo que ayudar a un amigo que está pasando por un mal momento.»
3. «Necesito cuidar de mi sobrina/nieto/hijo porque su cuidador habitual no puede hacerlo.»
4. «Me he comprometido a voluntario en una organización benéfica.»
5. «Tengo una cita importante con el dentista.»
6. «Había olvidado que había acordado ayudar a un amigo a mudarse.»
7. «Tengo que estudiar/prepararme para una presentación de trabajo.»
8. «Mi coche está en el taller y no tengo manera de llegar.»
9. «Me he sentido un poco enfermo todo el día, creo que es mejor que me quede en casa.»
10. «Mi mascota está enferma y necesito cuidar de ella.»
11. «Hay un problema con mi casa (por ejemplo, una fuga de agua) y necesito estar aquí para solucionarlo.»
12. «Tengo una reunión de negocios/familia que me había olvidado.»
13. «Se me ha acumulado el trabajo y necesito ponerme al día.»
14. «Me han cambiado el horario y ahora tengo que trabajar.»
15. «Estoy intentando ahorrar dinero y prefiero no salir.»

Ejemplos de excusas para no quedar mal y cuándo aplicarlas

1. «Tuve un problema familiar»: Esta es una excusa que se utiliza cuando se quiere justificar una falta o retraso en el trabajo, en una cita o en cualquier compromiso. La idea es atribuir la situación a un problema personal urgente o imprevisto.
2. «No me sentía bien»: Esta excusa se utiliza cuando se quiere evitar participar en una actividad o evento social. Se puede decir que no te sientes bien físicamente o que estás cansado/a, como una forma de justificar la falta de asistencia.
3. «Olvidé completamente»: Esta excusa se utiliza cuando se olvida una tarea o un compromiso importante. Se puede decir que hubo una falta de recordatorio o que hubo una confusión en la agenda, como una manera de disculparse y justificar la falta.
4. «Tuve un problema con el transporte»: Esta excusa se utiliza cuando se llega tarde o se falta a una reunión o evento debido a problemas de transporte. Se puede atribuir a un retraso en el transporte público, un problema con el automóvil o cualquier otro incidente relacionado con el desplazamiento.
5. «Recibí una llamada urgente»: Esta excusa se utiliza cuando se quiere evitar una conversación o una situación incómoda. Se puede decir que se recibió una llamada urgente o se tuvo que atender una situación inesperada que requirió la atención inmediata, como una forma de evitar el encuentro o la confrontación.

Es importante tener en cuenta que, aunque a veces existan circunstancias legítimas que puedan justificar una acción o comportamiento, utilizar excusas con frecuencia puede socavar la confianza y la credibilidad de una persona. Es más constructivo asumir la responsabilidad de nuestras acciones y buscar soluciones o formas de mejorar en lugar de recurrir a excusas constantemente.