La resiliencia emocional se refiere a la capacidad de una persona de adaptarse y resistir ante situaciones difíciles. Esta habilidad implica ser capaz de manejar los sentimientos negativos, como la tristeza o la ansiedad, y mantener una actitud positiva.Se dice que tener resiliencia emocional significa ser capaz de recuperarnos rápidamente luego de un cambio imprevisto o evento desafiante. En lugar de drenarnos emocionalmente por algo que ya no está dentro de nuestro control.

• Por ejemplo: Una persona capaz de relacionarse en el mismo grupo de amigos después de desarrollar un amor no correspondido hacia uno de los miembros.

Ejemplos de Resiliencia

1. Reconocer y dar permiso para sentirse triste, enojado o desilusionado.
2. Practicar el autorrespeto y la autoaceptación.
3. Permitirse tiempo para recuperarse de los fracasos o decepciones.
4. Priorizar actividades cotidianas positivas, como realizar una buena comida, hacer ejercicio o pasear al aire libre.
5. Aprender a reconocer y eliminar comentarios destructivos que nos decimos a nosotros mismos.
6. Practicar el autocontrol ante situaciones difíciles y estresantes.
7. Establecer límites saludables con los demás y con uno mismo (no renunciar a lo que somos).
8. Aceptar que no hay problemas sin soluciones; siempre se puede intentar encontrar una alternativa para salir adelante.
9. Cultivar la gratitud por las cosas buenas de la vida, aprender a ver el lado positivo en cada situación.
10. Aprender técnicas para manejar la ansiedad u otros niveles emocionales elevados de estrés.
11. No permitir que personas negativas controlen su visión del mundo ni su percepción.
12. Ante sus fracasos aprender a perdonarse, ser solidario consigo mismo.
13. Enfrentarse al miedo y aprender qué hay detrás del temor.
14. Evitar hacer uso de la victimización injustificada.
15. Hablar con un amigo cercano sobre tus preocupaciones.
16. Tomar decisiones que sean saludables para ti y para tu vida en lugar de decisiones impulsivas.
17. Practicar diferentes formas de meditación para calmar la mente, el cuerpo y el espíritu.
18. Dirigir tu atención a las cosas positivas en tu vida más que a los aspectos negativos o desalentadores.
19. Permitirte sentir tus emociones sin juicio o crítica hacia ti mismo, respetando los procesos naturales del enfrentamiento al estrés y la adaptación al traumatismo/crisis.
20. Encontrar una actividad que te permita liberar tensiones, como ejercitarse, bailar, escribir poesía u otros tipos de creatividad reforzadora de la autoestima.
21. Elevar tu propia opinión sobre ti mismo con palabras amables y reconfortantes.
22. Reevaluar las metas diarias en busca de formas de superar situaciones difíciles.
23. Adaptarse a usar la señal móvil mientras reparan tu conexión wifi.
24. Ser fuerte durante el luto de un ser querido.
25. Mantener el animo y la esperanza al verse involucrado en enfermedades graves o muy prolongadas.
26. Aceptar y manejar el rechazo de personas queridas.
27. Mantener el animo durante situaciones de desempleo.
28. No entrar en pánico durante catástrofes naturales, sino buscar formas de resolver o mejorar su situación.
29. Mantener una actitud responsable al atravesar un divorcio o ruptura.
30. Ver el lado positivo al experimentar transferencias de trabajo o cambios en el empleo.
31. Lidiar con la discriminación por razón social, racial o económica.
32. Superar el bullying escolar u hostigamiento laboral.
33. Moverse a nueva ciudad y establecer redes de apoyo.
34. Afrontar situaciones de crisis financieras imprevistas.
35. Sobrellevar difíciles cargas académicas, laborales y personales.
36. Despedirse de amistades cercanas por la distancia geográfica.
37. Mudarse solo a corta edad para estudiar.
38. Emigrar a un país en el que no tienes familiares cercanos.
39. Dejar de lado intereses personales y comprometerse con la responsabilidad profesional.
40. Enfrentar los sentimientos de culpa y tratar de superarlos para avanzar.
41. Decir «no» cuando te sientes abrumado fácilmente por los demás.
42. Enfrentar situaciones difíciles en familia sin perder la calma ni el control de sí mismo.
43. Crecer personalmente a partir del fracaso y no desistir inmediatamente ante las adversidades.
44. Aceptar que podemos equivocarnos tan seguido como estar en la razón.
45. Atravesar épocas de estrés en el trabajo u hogar.
46. Enfrentarse a situaciones difíciles o conflictivas en el lugar de trabajo u hogar.
47. Enfrentar una adicción propia o de algún ser querido con el cual se tenga una relación estrecha.
48. Manejar el dolor emocional asociado a la pérdida de una mascota querida.
49. Depresión y ansiedad crónica no tratada adecuadamente
50. Experimentar abuso físico, mental o emocional por parte de cualquier persona significativa para uno mismo