20 Ejemplos De Síndrome De Medea
El síndrome de Medea recibe su nombre de la tragedia griega de Eurípides. Este síndrome hace referencia a las agresiones de algunos padres hacia sus hijos con tal de hacerle daño al otro progenitor.
A pesar de que las acciones del progenitor suelen ser para vengarse, hay muchas razones por las que un padre puede cometer estos actos; por ejemplo, separarse de cualquier conexión con el otro a través de la muerte del vínculo que los unía. Si quieres conocer otros ejemplos, sigue leyendo.
20 Ejemplos de Síndrome de Medea
- A pesar de que todo el mundo diga que los hijos son lo más maravilloso, uno de los ejemplos de síndrome de Medea más comunes es que los padres asesinen a sus hijos porque se sienten hartos de tener que cuidarlos. Después de todo, los niños son una gran responsabilidad.
- El odio o repulsión irracional hacia los hijos puede deberse a diversos factores y no todos pueden explicarse de forma científica.
- Por el contrario, muchos padres declaran sentir odio o repulsión racional hacia sus hijos; cada individuo tiene sus razones, algunas de las más comunes son que los hijos en cuestión hayan impedido que uno de los padres terminara sus estudios o no pudiera seguir sus sueños.
- En el caso de los progenitores que tienen una mala relación con su ex pareja, los hijos pueden verse como una proyección de esta persona y despertar odio por esta razón. Estas situaciones son menos comunes que las anteriores, pero no por eso dejan de ser importantes de mencionar.
- La venganza es una de las principales razones por las que los progenitores asesinan a sus hijos. Esta venganza es, en la gran mayoría de los casos, contra el otro progenitor, pues quien comete el crimen asume que no hay nada que lo dañará más que la muerte de su hijo.
- Tal vez asesinar a uno de los hijos por un defecto físico o discapacidad es uno de los ejemplos de síndrome de Medea más descabellados que podamos imaginar.
- Muchas veces, la incompetencia del padre o madre es la causa de accidentes en menores. A lo largo de los últimos años, hemos sido testigos de casos de padres que dejan a bebés solos dentro de un auto o cerca de una piscina sin supervisión. Estas situaciones pueden terminar de manera catastrófica.
- Muchos de los padres con algún grado de psicosis declaran haber visto a sus hijos como si fueran monstruos. Su estado mental no les permite diferenciar la realidad de la alucinación, lo que puede llevarlos a cometer actos violentos contra los menores que pueden terminar en la muerte.
- Otro caso muy común, especialmente en la antigüedad, es la creencia de que han cambiado a los hijos o estos fueron poseídos por demonios o seres mágicos. Un claro ejemplo de esto es la historia de la novela Los buenos de Hannah Kent, donde asesinan a un niño por esta misma razón.
- Muy frecuentemente podemos ver a padres que abandonan a sus hijos en un intento de eludir la responsabilidad que conlleva criarlos. Esta actitud despreocupada es muy dañina para el menor y puede llegar a casos extremos en los que el padre abandona a su hijo con la esperanza de que muera.
- Otro de los ejemplos de síndrome de Medea que encontramos en casos extremos como una guerra, es que los padres maten a sus hijos para evitarles un mal mayor.
- Algunos padres asesinan a sus hijos para evitar que su ex pareja tenga la custodia. Esto ocurre en casos extremos de desequilibrio mental; en la mente del asesino, le está haciendo un favor a los menores, pues saben que el otro no podrá cuidarlo tan bien como los niños se merecen.
- Los padres pueden cometer actos violentos contra sus hijos que pueden llegar a herirlos de muerte porque se arrepientan de haberlos concebido. Esto ocurre muy frecuentemente en madres que son obligadas a tener a sus bebés y que dejan de lado su vida por ellos.
- Otra razón por la que uno de los progenitores puede castigar a su pareja es por celos. Por desgracia, actos como estos son muy comunes y se llevan a cabo como último recurso de la persona que sufre de celos para evitar que su pareja vea a otros posibles amantes.
- Además de ser algo sumamente dañino para los niños, impedir que un hijo vea a un padre cuando este tiene visitas programadas es uno de los ejemplos de síndrome de Medea más comunes y normalizados en la actualidad. Esto no causa daño físico, pero sí gran daño psicológico.
- De la mano del ejemplo anterior, podemos encontrar muchos casos en los que uno de los padres castiga a su hijo cuando este ve a su ex pareja. Al igual que en el caso anterior, esto no daña físicamente a los hijos, pero tiene efectos a largo plazo en su estabilidad y salud mental.
- Uno de los tabúes más grandes en la sociedad occidental es el de las madres que no experimentan la supuesta dicha que trae un recién nacido. Al no sentir esto, la culpabilidad las consume y puede llevarlas a cometer actos horribles contra los recién nacidos.
- En caso de que los hijos sean testigos de un crimen mayor como violencia intrafamiliar, el asesinato se convierte en una opción válida para muchos padres, en especial si ya han cometido actos violentos contra otros miembros de la familia.
- Una vez han encontrado una nueva pareja con la cual empezar una nueva vida, algunos padres optan por dejar de lado a los hijos de su matrimonio anterior. En los casos excesivos, los padres pueden llegar a matar a sus hijos con tal de cortar todo lazo con el pasado.
- Uno de los ejemplos de síndrome de Medea más comunes e infravalorados es el caso de las madres que sufren depresión postnatal y terminan asesinando a sus hijos.
A pesar de que muchas especies matan a sus crías de vez en cuando, esto siempre es por una razón, a diferencia del comportamiento humano que es impredecible.
Sin embargo, la evidencia ha probado que no es imposible. Estos asesinatos se llevan a cabo a fin de evitar a los hijos una vida para la que “no son aptos”.
Al igual que en varios ejemplos anteriores, estos actos se hacen pensando en el bienestar de los menores y no como un crimen.
Es muy importante tratar estos temas con las futuras madres a pesar del tabú que esto significa, de este modo podemos evitar muchos accidentes y sufrimiento.