15 Ejemplos De TOC
En la actualidad, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se ha vuelto muy popular gracias a su representación en producciones televisivas, libros y películas. A pesar de que nos parezca algo conocido, aún hay muchas cosas que la mayoría desconoce de él.
El TOC es un trastorno de ansiedad en el que el individuo siente una extraña obsesión por mantener el control absoluto de todo a su alrededor. Esta actitud está más relacionada con el miedo a la incertidumbre que a una personalidad dominante y puede presentarse de varias formas; la más conocida es la obsesión por la limpieza.
Si bien la necesidad de vivir en un ambiente limpio y desinfectado es el más popular entre quienes sufren este trastorno, solo es uno de los ejemplos de TOC que podemos encontrar; si quieres conocer más, te invitamos a seguir leyendo.
15 ejemplos de TOC
- El temor a la suciedad o los gérmenes es de los ejemplos de TOC mayormente conocidos, tanto así, que muchos hacen bromas con respecto a él. A todos nos gusta vivir en un ambiente limpio y ordenado. No obstante, la necesidad de estas personas va más allá de lo que pueden controlar y puede llegar a interferir en sus vidas.
- Al igual que ocurre con los espacios de trabajo, quienes padecen TOC necesitan vivir en ambientes limpios y libres de contaminación, pues sienten pánico de solo pensar en la suciedad. Cuando no se encuentran en las condiciones óptimas, estas personas suelen sentirse realmente incómodas.
- La necesidad de orden es algo clave en sus vidas. Es a partir de sistemas organizados que estructuran todas las facetas de su vida, pues, de otro modo, la ansiedad los corroe y les impide funcionar correctamente. Esto resulta altamente contraproducente, ya que no todos son tan ordenados como ellos.
- Al igual que en el caso anterior, quienes sufren trastorno obsesivo compulsivo sienten una necesidad de simetría y precisión que va más allá del perfeccionismo. Estas personas no buscan la perfección por la satisfacción de hacer las cosas bien, sino porque creen que si las cosas no están en su lugar algo muy malo pasará.
- La preocupación por los desechos del cuerpo es tal vez uno de los ejemplos de TOC más desconocidos entre quienes no conviven con alguien que padece el trastorno.
- Es muy común que estas personas tengan uno o más números de la suerte o de la mala suerte y se obsesionen tanto con ellos que intenten repetir las cosas un número determinado de veces para sentirse satisfechos y a salvo. Así mismo, intentarán evitar lo más posible el número que consideran “de mala suerte”.
- La agresividad que muchas de estas personas pueden llegar a demostrar en sus actos y actitudes tiene que ver con la frustración que sienten al no poder hacer las cosas como creen que deben ser. Un claro ejemplo de esto es el caso de los niños que se enojan con sus padres cuando estos no los acompañan en sus rituales.
- Una de las formas en que podemos lidiar con nuestros problemas es a través de la espiritualidad, por lo tanto, las obsesiones religiosas son bastante comunes entre los pacientes con TOC. Ya sea por su necesidad de seguridad o el miedo que un Dios les inspira, es común que estas personas se vuelvan creyentes.
- Habitualmente podemos sentir cierto temor a sufrir una enfermedad o un daño o a que esto le ocurra a un familiar. Sin embargo, esta preocupación deja de ser algo normal cuando interfiere en el resto de nuestros pensamientos diarios, es decir, cuando no podemos pensar en otra cosa que no sea el miedo.
- Otro de los ejemplos de TOC es la preocupación por los elementos de la casa. Debemos señalar que esta preocupación no es como la de la mayoría de las personas, quienes intentan conservar sus cosas en buen estado porque les gustan o no quieren invertir en otras; ellos lo hacen porque quieren mantener todo bajo control.
- Las personas que padecen TOC suelen sentir ansiedad ante sonidos o palabras no deseados. Estas variarán según la persona, al igual que su respuesta ante el sonido. Si bien no conocemos las causas de este síntoma, algunos expertos afirman que puede deberse a traumas infantiles.
- La repetición de rituales es algo frecuente en ellos y no se sentirán conformes hasta que los finalicen la cantidad de veces que ellos estimen necesaria. Estos rituales van desde abrir y cerrar puertas varias veces, lavarse las manos, cepillarse los dientes y demás.
- Los pensamientos intrusivos son un aspecto especialmente desagradable dentro de este trastorno, ya que, como su nombre lo dice, se inmiscuyen en la mente de las personas y los obligan a prestar toda su atención a algo que, por lo general, no tiene importancia como que los lápices no estén alineados sobre la mesa.
- Quienes padecen el trastorno obsesivo compulsivo ocupan un tiempo excesivo en hacer tareas como limpiar la casa o prepararse para ir a dormir; esto se debe principalmente a la repetición de rituales y a lo rigurosos que son al momento de realizar cada tarea a fin de que todo esté en su lugar.
- Finalmente, uno de los ejemplos de TOC más característicos de quienes lo padecen, es su necesidad constante de comprobar su seguridad y la de sus familiares. Si bien en una primera instancia esto puede percibirse como una muestra de cariño, su preocupación puede llegar a niveles que molesten a quienes los rodean.
Al igual que con el resto de las cosas, quieren que sus cuerpos estén limpios, por lo que se sienten ansiosos al pensar en los desechos fisiológicos que pueden ensuciarlos.
¿Por qué se desarrolla el TOC?
A pesar de que aún se desconoce la razón exacta que origina este trastorno, hay muchos factores que nos hacen propensos a padecerlo, como la carga genética de nuestros parientes de primer grado (padres y madres). Otro de los factores biológicos que influye son las diferencias en la corteza frontal y las estructuras subcorticales del cerebro con respecto a personas sanas.
A pesar de que algunos estudios afirman que puede haber una relación entre los traumas infantiles y el TOC, se debe investigar más para estar cien por ciento seguros.
¿Cómo tratar el TOC?
Al igual que con otros trastornos, el TOC debe tratarse con terapia y medicamentos, los cuales serán determinados por el profesional a cargo del paciente. Antes de empezar cualquier tratamiento, el psiquiatra deberá asegurarse de que no exista ninguna otra condición que afecte al desarrollo de los síntomas.
Entre los métodos para tratar este trastorno, los más comunes son la psicoterapia cognitiva conductual y la terapia de capacitación en reversión de hábitos. En ellas se intenta que el paciente afronte su miedo al exponerlo a él. A pesar de que en un principio resulta complicado, con el tiempo tiene buenos resultados.