Ejemplos de dislalia
La dislalia es un trastorno del habla, usualmente, diagnosticado en los primeros años de vida. Condiciona el día a día de quien la presenta en todas sus dimensiones: social, cognitiva, emocional, escolar. De aquí la importancia de conocer los ejemplos de dislalia, su diagnóstico y posible tratamiento.
Cada día son más los niños diagnosticados con trastornos de habla y diferentes necesidades de atención. Estas condiciones cognitivas, físicas e incluso emocionales, determinan el desempeño y crecimiento de quienes las presentan, al grado de convertirse en discapacidad.
Por su poco conocimiento, aquellas personas que padecen de trastornos del habla suelen padecer bullying en casa, en la comunidad y en la escuela. Porque el habla como recurso de comunicación, se ve alterada, y esto no lo comprende la mayoría de las personas.
Ejemplos de dislalia
La dislalia es un trastorno del habla. Afecta la pronunciación de los fonemas o secuencias habladas. Las personas que padecen esta condición del lenguaje, omiten ciertos sonidos o realizan la sustitución deliberada de otros.
Una muestra de dislalia, es cuando el niño en vez de decir “tapa” pronuncia “apa”, dándose la elisión de la consonante inicial. A Grosso modo, la dislalia se puede clasificar en dos grandes dimensiones:
- Simple: incapacidad para pronunciar un fonema.
- Múltiple: incapacidad para pronunciar dos o más fonemas en una secuencia hablada.
El diagnóstico de los diferentes ejemplos de dislalia, se realiza a través de la detección de sus síntomas, los más frecuentes son:
- Omisiones de fonemas.
- Reemplazo de fonemas.
- Distorsión de los sonidos.
Para el diagnóstico, se considera la estructura del aparato fonador y el entorno social (personas significativas) del niño. Este último indicador, influye directamente en el acto del habla, el cual, se forma a través de la imitación.
La dislalia puede ocasionar que el lenguaje de quien la presenta sea inteligible. Y con los ejemplos de dislalia lo demostraremos.
Dislalias fisiológicas
Uno de los tipos más comunes de dislalia es la fisiológica. Se caracteriza por la inmadurez de los órganos del aparato fonador. Si el niño no supera esta etapa antes de los 4 años, seguramente, se está presentando una patología más grave.
Las dislalias fisiológicas o evolutivas desaparecen con el tiempo, pero no espontáneamente.
Ejemplo: “Quiero comer /mai/” en vez de “Quiero comer maiz”.
Dislalias audiógenas
No todas las dislalias son productos de problemas en el aparato fonador. Las dislalias audiógenas se producen cuando la persona presenta problemas en su sistema auditivo. Esto influye de manera negativa en la adquisición del código lingüístico oral.
Cuando el niño presenta problemas en la percepción auditiva, tendrá problemas en su pronunciación. Si oye mal, pronunciará igualmente.
Ejemplo: “La fotografía está /oscua/” en vez de “La fotografía está oscura”.
Dislalias funcionales
Una dislalia funcional es producto del funcionamiento atípico de los órganos periféricos del habla. Se manifiesta en el proceso de articulación del lenguaje, y se evidencia en la producción de los fonemas /r/, /s/, /z/, /l/, /k/ y /ch/.
La dislalia funcional es la más común que hay. También es producida por el contexto sociocultural en el cual se desempeña el niño. Resultado de una educación precaria o un entorno social negativo para el infante, producto de:
- Un bajo nivel sociocultural y económico.
- Desinterés de la familia en la educación del niño.
Las dislalias funcionales se mitigan a medida que el niño crece. Sin embargo, es necesario que sea abordada para corregir el desarrollo y las estructuras lingüísticas del sujeto.
Ejemplo: “El /cago/ no prende” en vez de “El carro no prende”.
Dislalias orgánicas
Las dislalias orgánicas se conocen como disglosias. Se producen por la mal formación de los órganos del aparato fonador. Su clasificación estará sujeta al área comprometida:
- Dislalias orgánicas labiales.
- Dislalias orgánicas linguales.
- Dislalias orgánicas dentales.
- Dislalias orgánicas palatinas.
- Dislalias orgánicas nasales.
- Dislalias orgánicas mandibulares.
Si el niño no hace uso correcto de su aparato fonador, pronunciará mal las palabras.
Ejemplo: “I ama e mima” en vez de “Mi mamá me mima”.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Cualquier niño puede llegar a padecer de dislalia, sin embrago, hay factores de riesgo que influyen en el desarrollo y adquisición del lenguaje.
Quienes son más propensos a desarrollar dislalias:
- Niños con problemas de aprendizaje y/o necesidades especiales.
- Niños con sobreestimulación o desmotivación.
- Niños que crecen en un núcleo familiar carente de recursos económicos, sin atención familiar o que crecen en un entorno conflictivo.
- Niños agresivos o con problemas de control de ira.
Los factores de riesgo mencionados anteriormente, influyen en gran medida en el desarrollo del lenguaje, generando algunos de los ejemplos de dislalias presentados anteriormente.
¿Cuál es el tratamiento de la dislalia?
Para abordar la dislalia, lo mejor es la prevención con un diagnóstico e intervención temprana a través de un logopeda o terapeuta del lenguaje. Cualquiera de los ejemplos de dislalia mencionados, pueden mejorar con una terapia correcta.
La terapia de la dislalia consiste en ejercicios para fortalecer y hacer uso adecuado de la musculatura que actúa en la producción del lenguaje. También se trabaja la respiración, la expresión facial y el ritmo de la pronunciación.
No obstante, el tratamiento no solo dependerá del logopeda o terapeuta del lenguaje, sino también del entorno familiar, social y escolar del niño.
Si cualquiera de los ejemplos de dislalia es producido por alguna condición física, se requerirá la intervención de otros especialistas. Incluso un procedimiento médico.
¿Qué hace un logopeda?
Quien diagnóstica los diferentes ejemplos de dislalia puede ser un pediatra, terapeuta de lenguaje o un logopeda. Este último, es quien se encargará de investigar, diagnosticar, tratar y prevenir cualquier alteración del lenguaje, especialmente de la lengua oral: el habla.
Si evidencias que tú hijo, familiar, vecino o alumno presenta algún trastorno del habla, recomiéndales a sus representantes y/o familiares que asistan a un logopeda.