20 Ejemplos de Reflejo
Como ya nos podremos imaginar, un reflejo es un acto involuntario que tanto nuestros cuerpos como los de otras especies animales realizan ante un estímulo externo.
Uno de los ejemplos de reflejo más claros es alejarnos de cualquier cosa a nuestro alrededor que nos provoque dolor.
Tal como en el caso anterior, la mayoría de las respuestas reflejas están diseñadas para proteger nuestro cuerpo del peligro externo. Si quieres conocer más sobre el tema, te invitamos a seguir leyendo.
20 Ejemplos de Reflejo
- El mito que decía que cerrábamos los ojos al estornudar para evitar que los globos oculares se salieran de sus cuencas ha quedado en el pasado. Con la cantidad de información que hay hoy en día es difícil engañar a las personas; ahora sabemos que nuestro cerebro da la orden de cerrar los ojos para que los globos oculares no entren en contacto con las bacterias expulsadas tras el estornudo.
- Las neuronas espejo son las responsables de que hagamos cosas como bostezar cuando vemos que alguien más lo hace. Como su nombre lo dice, son neuronas que nos hacen imitar las acciones que vemos en otros y que inconscientemente llaman nuestra atención.
- Entre los ejemplos de reflejo podemos encontrar el cubrirse la cara al caer. Como mencionamos anteriormente, el cuerpo siempre busca la mejor forma de protegerse; ya que la cara y la cabeza son unas de las zonas más delicadas. Cada vez que nos vemos ante un peligro, intentamos ocultarlas para recibir el impacto con otras zonas más resistentes.
- Llevarse las manos al torso ante cualquier señal de peligro es lo primero que atinamos a hacer cuando nos sentimos amenazados de alguna forma. Al igual que en el caso anterior, el torso es la zona en la que se encuentra la mayor cantidad de órganos y, por tanto, es un área que debemos proteger para evitar recibir daños mayores.
- Tal vez una de las primeras formas en las que vemos los reflejos del cuerpo humano en acción es cuando los médicos nos dan un golpe en el tendón rotuliano, lo que hace que demos una patada como respuesta.
- Las pupilas se expanden cuando se las somete a grandes cantidades de luz y se encogen ante la falta de ella. Esta situación puede verse en la mayoría de los animales mamíferos, pero destaca sobre todo en los felinos, en quienes el tamaño de sus pupilas puede llegar a abarcar casi toda la superficie visible del ojo.
- A fin de mantener nuestro cuerpo lo más seguro posible, los animales cierran los ojos cuando ven que un objeto extraño se acerca a sus caras. Nuestro cerebro hace esto e intenta apartar el rostro para desviar el impacto de zonas sensibles como los globos oculares de forma involuntaria, incluso en ocasiones en las que sabemos que no existe un peligro real.
- Uno de los ejemplos de reflejo más conocidos es el de estornudar cuando algo está a punto de entrarnos a la nariz. Ya sea polvo o esporas provenientes de alguna planta, nuestro cerebro evita que agentes externos ingresen al cuerpo mediante el estornudo.
- La forma en la que pensamos el dolor influencia la manera de sentirlo; por eso, sobarse cuando te golpeas alguna parte del cuerpo ayuda a mitigar la sensación. ¿Cuántas veces nos hemos llevado la mano al codo cuando nos golpeamos contra una superficie? Esto ocurre porque al hacer presión alrededor de la zona afectada, estimulamos otras terminaciones nerviosas que nos ayudan a distraernos del dolor. Algo muy inteligente.
- Bostezar puede significar muchas cosas en el ámbito de la comunicación no verbal como sueño o aburrimiento. No obstante, tiene un significado mucho más claro y específico si hablamos en términos biológicos. El bostezo es la acción involuntaria que llevamos a cabo cuando nuestro cerebro comienza a quedarse corto de oxígeno.
- En la actualidad, revisar el teléfono ante cualquier ruido de alerta se ha convertido en uno de los ejemplos de reflejo más comunes, especialmente entre los jóvenes. Este comportamiento es, sin duda, un reflejo aprendido con el paso de los años y se debe a la constante velocidad a la que funciona el mundo. Como nadie quiere perderse nada de lo que está pasando, nos hemos vuelto esclavos de estos dispositivos.
- Las arcadas son la respuesta al estímulo que entra en contacto con la parte posterior de la garganta o la base de la lengua y que provoca la contracción de los músculos que actúan sobre la faringe. Estas acciones pueden desencadenar en náuseas y, en algunos casos, vómito.
- La tos es una respuesta refleja compleja que evita la aspiración de cuerpos extraños y libera la vía aérea de secreciones o partículas. En situaciones normales tiene un efecto protector de las vías aéreas y de los pulmones, pero en otras condiciones puede llegar a ser excesiva, sin utilidad y hasta potencialmente dañina.
- Quitar la mano cuando nos quemamos con una superficie o nos hacemos daño, en general es unos de los ejemplos de reflejo que podemos ver en nuestro día a día. Dentro de las directrices que dictan nuestro comportamiento, encontramos la respuesta automática que nos hace evitar el dolor, por ende, no es sorpresa que nos alejemos de objetos y situaciones que nos hagan daño.
- La salivación se produce incluso antes de que el alimento llegue a la boca. Esto ocurre por condicionamiento de estímulos visuales, olfatorios, auditivos e incluso solo con pensar en una comida que sea de nuestro agrado. Al igual que muchas otras reacciones, la salivación es uno de los ejemplos de reflejo que nos hace más conscientes de nuestro propio cuerpo y necesidades.
- Uno de los ejemplos de reflejo que podemos ver en el caso de los bebés es que tienden a nadar cuando caen al agua y hasta son capaces de retener la respiración de manera instintiva. Se debe tener en mente que esto es solo una reacción refleja y los infantes no son capaces de controlar su cuerpo en su totalidad, por lo que siempre debemos ser responsables y no dejarlos solos.
- Siguiendo con el caso de los bebés, uno de los ejemplos de reflejo más enternecedores que podemos encontrar en la naturaleza es la forma en que estos cierran la mano en torno a los dedos de otras personas. A esto se le conoce como el reflejo de presión y le sirve a los recién nacidos para buscar y reconocer cosas a su alrededor.
- Cada vez que levantamos a un bebé por los hombros y dejamos sus piernas colgando, se activa el reflejo de marcha automática, el cual consiste en que los bebés comienzan a dar pasos como si quisieran caminar al sentir el estímulo en las plantas de sus pies. Esta respuesta aparece en las primeras semanas de vida y desaparece cerca de los 3 o 4 meses.
- El reflejo de succión es uno de los primeros que podemos ver en el bebé, pues es la forma en la que consigue su primer alimento: la leche materna. Al acercar el pezón de la madre a los labios del recién nacido, este instintivamente comenzará a succionar para sacar la leche, aunque también podemos provocar esta respuesta de otras formas, por ejemplo, acercando un dedo a su boca y dando toques suaves en sus labios.
- Finalmente, el reflejo de secreción láctea no aparece en los recién nacidos, sino en las mujeres que acaban de tener un hijo. Esta respuesta, al igual que en el caso anterior, debe ser estimulada por la acción del bebé sobre los pezones de la madre y desaparece a medida que el bebé crece y deja de alimentarse de leche materna.
Estas neuronas también son las responsables de que sintamos empatía y que podamos adaptarnos entre seres de nuestra propia especie.
Con este golpe, se estira el tendón y el músculo del muslo que se conecta con él, lo que provoca el conocido movimiento de la pierna que sorprende y divierte a tantos niños.
Ejemplos Actos reflejos en Bebés
A continuación, veremos un apartado de reflejos presentes en los bebés y en las crías de otras especies animales. Se debe tener en cuenta que este tipo de reflejos nos acompaña solo hasta cierta edad y luego van desapareciendo para ser reemplazados por otro tipo de habilidades.
Tipos de reflejos
Existen dos tipos de reflejos presentes tanto en humanos como en otros animales: los reflejos condicionados y los incondicionados. A continuación, veremos las características principales y algunos ejemplos de ellos.
Condicionados
Hablamos de reflejos condicionados cuando nos referimos a comportamientos que se producen como respuesta a un estímulo de manera no natural y que deben ser aprendidos por el individuo.
Estas respuestas nacen a partir de la asociación entre un estímulo externo y una reacción fisiológica. El ejemplo más conocido de esta situación es el experimento de Iván Pávlov, en el que se condicionó a un grupo de perros para salivar en cuanto escuchaban un metrónomo, pues habían relacionado ese sonido con la comida.
Incondicionados
En esta categoría entran todos los actos emitidos por el cuerpo humano de manera natural ante un estímulo externo. Se consideran incondicionados a todas las respuestas automáticas que no requieran condicionamiento previo por parte del sujeto para ser llevadas a cabo, pues forman parte de nuestras habilidades innatas.
Un claro ejemplo de este tipo de respuestas son las reacciones corporales que evitan el ingreso de un agente externo al cuerpo humano como los estornudos, la tos y el parpadeo.