Ejemplos De Síndrome De Alicia
El Síndrome de Alicia recibe su nombre de la novela Alicia en el País de las Maravillas, escrita por Lewis Carroll. En él, las personas afectadas se vuelven incapaces de distinguir el tamaño y la proporción de los objetos y cuerpos que los rodean.
Los más propensos a sufrir este síndrome son los niños, quienes tienen dificultades para distinguir el tamaño real de las cosas a su alrededor por naturaleza.
Ejemplos de síndrome de Alicia
- Sentir que los objetos son demasiado grandes o demasiado pequeños
- Ver las cosas como si estuvieran muy lejos o muy cerca
- Tener dificultades para juzgar la distancia
- Ver los objetos deformados o distorsionados
- Sentir que se está flotando o levitando
- Ver el propio cuerpo como si estuviera creciendo o encogiendo
- Sentir que el entorno está cambiando de tamaño o que uno mismo está cambiando de forma
- Tener dificultades para reconocer los objetos o las personas
- Sentir que se está viviendo en un sueño o en un estado irreal
- Ver la imagen reflejada en un espejo como si fuera distorsionada o extraña.
Síndrome de Alicia: Casos más comunes
Entre todos los ejemplos de síndrome de Alicia, el más recurrente es que el paciente sienta que su cuerpo o ciertas partes de este son más grandes o más pequeñas de lo que la realidad indica. Lo mismo ocurre con las cosas a su alrededor. Algunos han declarado que sienten que sus cuerpos llegan a ocupar una habitación entera.
Si bien es muy común que los niños más pequeños tengan dificultad para percibir el paso del tiempo, la alteración constante del mismo a partir de cierta edad se considera un problema y otra de las manifestaciones del síndrome de Alicia más frecuentes entre quienes sufren alucinaciones.
La alteración en la percepción del espacio en el que nos movemos es una de las primeras formas en las que nos damos cuenta de que algo extraño nos está sucediendo.
Una de las formas más comunes en que esto se manifiesta es que las cosas se ven más cercanas de lo que están en realidad.
- De la misma forma, puede que quienes padezcan este síndrome perciban los objetos a mayor distancia de la que están en realidad. Esto, a diferencia de los fallos en la visión, no tiene que ver con la percepción de la profundidad, sino con una falla en el cerebro que puede corregirse con el tiempo.
- Percibir las líneas rectas como líneas onduladas o serpenteantes no es exclusivamente un problema en la visión, sino que también puede tratarse de uno de los ejemplos de síndrome de Alicia más comunes entre quienes sufren migrañas.
- Puede que parezca sacado de la propia novela de Lewis Carroll, pero lo cierto es que algunas de las personas que han experimentado este tipo de episodios declaran haber visto moverse a algunos objetos inertes como tazas de té, lámparas, sillas y demás.
- Durante las alucinaciones es normal que los objetos tridimensionales se vean planos, como si estuvieran dibujados en las paredes o en el suelo.
Es por esto que resulta tan peligroso dejar a los pacientes solos durante uno de sus episodios, ya que no pueden calcular la profundidad de las cosas, es posible que se hagan daño con ellas.
- Algunos de los pacientes declaran haber visto que las cosas cambiaban de color frente a sus ojos. Esto se debe a la disociación entre la realidad y lo que nuestro cerebro procesa como real; a día de hoy, seguimos sin poder hallar una razón clara de por qué ocurren estos fenómenos.
- Es común que, durante los episodios de alucinaciones de Alicia, las caras se vean distorsionadas o que los pacientes solo puedan ver una de las mitades del rostro. A este y otros síntomas relacionados con la distorsión de objetos se les conoce como metamorfopsia.
- Otro de los ejemplos de síndrome de Alicia relativamente comunes es que los pacientes son capaces de ver los colores más brillantes de lo que son en realidad. Este tipo de alucinación no es exclusiva del síndrome, sino que puede presentarse en distintos casos.
- Como si se tratara de un espejo alargado, quienes sufren este tipo de alucinaciones pueden ver a las personas y los objetos estirados, es decir, como si fueran más altos y delgados. Estas visiones raramente son dañinas para quien las tiene, pero pueden resultar impresionantes y aterradoras.
- Las migrañas y cefaleas suelen acompañar a los episodios de alucinaciones, ya sea antes, durante o después de ellos. Los fuertes dolores de cabeza son una de las características compartidas por un gran número de personas que sufre despersonalización o síndrome de Alicia.
- La sensación de que salimos de nuestro cuerpo es bastante común, especialmente entre personas que se están pasando por periodos de estrés. Sin embargo, para quienes sufren las alucinaciones de Alicia es un poco diferente; hay quienes han declarados sentir que tienen más de un cuerpo.
- Además de la distorsión en la percepción de los espacios, las visiones múltiples son otro de los ejemplos del síndrome de Alicia más recurrentes. Esto quiere decir que, quienes lo padecen, pueden ver los objetos y personas duplicadas.
- El hecho de que los objetos desaparezcan de repente no se trata de un truco de magia, sino de una falla en el sistema neurológico que nos hace creer eso.
Esta es una de las múltiples formas en las que el síndrome de Alicia se manifiesta; al igual que las otras, no es realmente peligroso si se tiene controlada.
Causas del síndrome de Alicia
Además de las causas relacionadas con el estado mental del paciente, es decir, trastornos mentales que produzcan alucinaciones como la esquizofrenia o la bipolaridad, hay muchas razones por las que alguien podría experimentar estos episodios.
Algunas de ellas son la epilepsia, ciertas lesiones cerebrales o la antes mencionada migraña. Otro de los factores que puede provocar las alucinaciones es el consumo de algunas drogas como el LSD, la marihuana o el éxtasis, las cuales alteran nuestra percepción de la realidad.
¿Cómo curar el síndrome de Alicia?
Aunque aún no existe un tratamiento específico para ponerle fin a las alucinaciones que este síndrome trae consigo, muchos especialistas recetan los mismos medicamentos que se usan para aliviar la migraña.
Es sabido que los fuertes dolores de cabeza son uno de los síntomas que preceden a las alucinaciones, por lo tanto, el descanso es un factor clave en la recuperación del paciente.
En la mayoría de los casos, esta patología se cura por sí sola con el paso del tiempo y no representa mayores problemas para quien la experimenta.