Ejemplos de autorretrato
Un autorretrato es una imagen que un artista crea de sí mismo. Puede ser un dibujo, una pintura, una fotografía, o cualquier otra obra de arte en la que el artista sea el tema principal. Es como si el artista se tomara una selfie, pero en vez de usar un teléfono o una cámara, lo dibuja o lo pinta.
- Un ejemplo famoso de autorretrato es el cuadro «La noche estrellada» de Vincent van Gogh, en el que el artista se retrata con el pelo pelirrojo y una expresión triste.
Es importante tener en cuenta que los autorretratos pueden ser una forma muy personal de expresión artística, y pueden revelar mucho sobre la vida y la personalidad del artista. Además, pueden ser una manera de experimentar con diferentes técnicas y estilos artísticos.
Características del autorretrato
Las características del autorretrato pueden variar dependiendo del artista y de la época en que se realizó la obra, pero algunas de las características más comunes son:
- Representación del artista: En los autorretratos, el artista se representa a sí mismo como sujeto de la obra.
- Autoexpresión: Los autorretratos son una forma de autoexpresión para el artista, que puede plasmar su personalidad, emociones y estado de ánimo en la obra.
- Técnica y estilo: El autorretrato puede ser realizado en diferentes técnicas y estilos, como la pintura, el dibujo, la escultura o la fotografía.
- Mirada directa: En muchos autorretratos, el artista establece una mirada directa con el espectador, lo que puede crear una sensación de intimidad y conexión.
- Evolución personal: Si un artista realiza varios autorretratos a lo largo de su carrera, se puede apreciar su evolución personal y artística en cada obra.
- Reflexión sobre la identidad: Los autorretratos pueden ser una herramienta para que el artista reflexione sobre su propia identidad y su lugar en el mundo.
- Autenticidad: Los autorretratos suelen ser considerados como obras de arte auténticas y personales, ya que el artista utiliza su propio cuerpo y rostro como sujeto de la obra.
Ejemplos de autorretrato
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Ejemplo 1
“Este que veis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada; las barbas de plata, que no ha veinte años que fueron de oro, los bigotes grandes, la boca pequeña, los dientes ni menudos ni crecidos, porque no tiene sino seis, y ésos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros; el cuerpo entre dos extremos, ni grande, ni pequeño, la color viva, antes blanca que morena; algo cargado de espaldas, y no muy ligero de pies; éste digo que es el rostro del autor de La Galatea y de Don Quijote de la Mancha, y del que hizo el Viaje del Parnaso, a imitación del de César Caporal Perusino, y otras obras que andan por ahí descarriadas y, quizá, sin el nombre de su dueño. Llamase comúnmente Miguel de Cervantes Saavedra.
Fue soldado muchos años, y cinco y medio cautivo, donde aprendió a tener paciencia en las adversidades. Perdió en la batalla naval de Lepanto la mano izquierda de un arcabuzazo, herida que, aunque parece fea, él la tiene por hermosa, por haberla cobrado en la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros, militando debajo de las vencedoras banderas del hijo del rayo de la guerra, Carlo Quinto, de felice memoria”.
Autorretrato de Miguel de Cervantes Saavedra.
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Ejemplo 2
“Siempre he creído que, en términos generales, los escritores escribimos porque no sabemos explicarnos de otra manera. Es decir, porque nuestra forma de habitar la realidad es a través de la palabra”.
Autorretrato de Emiliano Mongue. WMagazine.
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Ejemplo 3
“Esta es mi cara y ésta es mi alma: leed.
Unos ojos de hastío y una boca de sed…
Lo demás, nada… Vida… Cosas… Lo que se sabe…
Calaveradas, amoríos… Nada grave,
Un poco de locura, un algo de poesía,
una gota del vino de la melancolía…
¿Vicios? Todos. Ninguno… Jugador, no lo he sido;
ni gozo lo ganado, ni siento lo perdido.
Bebo, por no negar mi tierra de Sevilla,
media docena de cañas de manzanilla.
Las mujeres… -sin ser un tenorio, ¡eso no!-,
tengo una que me quiere y otra a quien quiero yo.
Me acuso de no amar sino muy vagamente
una porción de cosas que encantan a la gente…
La agilidad, el tino, la gracia, la destreza,
más que la voluntad, la fuerza, la grandeza…
Mi elegancia es buscada, rebuscada. Prefiero,
a olor helénico y puro, lo “chic” y lo torero.
Un destello de sol y una risa oportuna
amo más que las languideces de la luna.
Medio gitano y medio parisién -dice el vulgo-,
con Montmartre y con la Macarena comulgo…
Y antes que un tal poeta, mi deseo primero
hubiera sido ser un buen banderillero.
Es tarde… Voy deprisa por la vida. Y mi risa
es alegre, aunque no niego que llevo prisa.”
Autorretrato de Manuel Machado.
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Ejemplo 4
“Por mi parte soy o creo ser duro de nariz,
mínimo de ojos, escaso de pelos en la cabeza,
creciente de abdomen, largo de piernas,
ancho de suelas, amarillo de tez,
generoso de amores, imposible de cálculos,
confuso de palabras, tierno de manos,
lento de andar, inoxidable de corazón,
aficionado a las estrellas, mareas, maremotos,
admirador de escarabajos, caminante de arenas,
torpe de instituciones, chileno a perpetuidad,
amigo de mis amigos, mudo de enemigos,
entrometido entre pájaros, maleducado en casa,
tímido en los salones, arrepentido sin objeto,
horrendo administrador, navegante de boca
y yerbatero de la tinta, discreto entre los animales,
afortunado de nubarrones, investigador de mercados,
oscuro en las bibliotecas, melancólico en las cordilleras,
incansable en los bosques, lentísimo de contestaciones,
ocurrente años después, vulgar durante todo el año,
resplandeciente con mi cuaderno, monumental de apetito,
tigre para dormir, sosegado en la alegría,
inspector del cielo nocturno, trabajador invisible,
desordenado, persistente, valiente por necesidad,
cobarde sin pecado, soñoliento de vocación,
amable de mujeres, activo por padecimiento,
poeta por maldición y tonto de capirote”.
Autorretrato de Pablo Neruda.
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Ejemplo 5
“Mido un metro ochenta y uno
Tengo un sillón azul
En mi cuarto hay un baúl
Y me gusta el almendrado
Me despierto alunado
Mi madre es medio terca
Aunque nunca estuve preso, anduve cerca.
Soy de Aries, pelo castaño
Algo tacaño y no colecciono nada
Guardo la ropa ordenada
Me aburro en nochebuena
Si estornudo no hago ruido
Y no hablo con la boca llena.
Puedo decir que soy de pocos amigos
Pero de mis enemigos, no sé cuántos cosecho
Tengo el ojo derecho desviado
Dicen que soy bueno, aunque no sea bautizado”.
Cuarteto de Nos. Breve descripción de mi persona.
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Ejemplo 6
“Considerad, muchachos,
Este gabán de fraile mendicante:
Soy profesor en un liceo obscuro,
He perdido la voz haciendo clases.
(Después de todo o nada
Hago cuarenta horas semanales).
¿Qué les dice mi cara abofeteada?
¡Verdad que inspira lástima mirarme!
Y qué les sugieren estos zapatos de cura
Que envejecieron sin arte ni parte.
En materia de ojos, a tres metros
No reconozco ni a mi propia madre.
¿Qué me sucede? -¡Nada!
Me los he arruinado haciendo clases:
La mala luz, el sol,
La venenosa luna miserable.
Y todo ¡para qué!
Para ganar un pan imperdonable
Duro como la cara del burgués
Y con olor y con sabor a sangre.
¡Para qué hemos nacido como hombres
Si nos dan una muerte de animales!”
Autorretrato de Nicanor Parra.
Estos fueron algunos ejemplos de autorretratos. Se escogieron distintos autores con el adjetivó de mostrar la diversidad narrativa de este formato. Tanto de poetas, novelistas y músicos dejaron sus autorretratos como parte de su obra.