Ejemplos De Narración En Primera Persona
La narración en primera persona es un estilo de escritura en el que el narrador cuenta una historia desde su propio punto de vista, utilizando palabras como «yo», «nosotros» y «mi». Esto significa que el narrador es un personaje dentro de la historia, y nos relata sus experiencias, pensamientos y sentimientos directamente.
Un ejemplo sencillo de narración en primera persona sería:
«Ayer, salí a caminar por el parque. El sol brillaba intensamente y los pájaros cantaban. Me encontré con mi amiga Ana, y juntas nos sentamos en un banco a conversar sobre nuestras vidas.»
En este ejemplo, el narrador nos cuenta su experiencia personal en el parque, incluyendo a quién encontró y qué hicieron juntas. Al utilizar la narración en primera persona, la historia se vuelve más íntima y cercana, permitiendo a los lectores conectarse directamente con el narrador y su perspectiva.
Al escribir en primera persona es que el narrador no puede conocer los pensamientos y sentimientos de otros personajes, a menos que estos se los comuniquen directamente. Por lo tanto, el conocimiento del narrador sobre los eventos y personajes de la historia está limitado a su propia experiencia y perspectiva. Esto puede crear un sentido de misterio y subjetividad, ya que los lectores solo tienen acceso a la información que el narrador en primera persona comparte con ellos.
Características de la Narración en Primera Persona
- Se utiliza la primera persona del singular o del plural para narrar la historia.
- El narrador es uno de los personajes de la historia y, por lo tanto, tiene una perspectiva limitada de lo que sucede.
- Se pueden incluir los pensamientos, sentimientos y emociones del narrador como parte de la historia.
- La historia puede estar narrada en tiempo presente o pasado, dependiendo del enfoque elegido por el autor.
- El lector se involucra más emocionalmente con el narrador y puede experimentar la historia desde su perspectiva.
- La historia puede ser más subjetiva debido a la perspectiva limitada del narrador.
- El narrador puede ser confiable o no confiable, lo que influye en la forma en que se percibe la historia.
- El narrador puede ser el protagonista de la historia o un personaje secundario que está presente en los eventos.
- La narración en primera persona puede utilizarse en diferentes géneros literarios, como la novela, el cuento o la autobiografía.
- El uso de la narración en primera persona puede crear un sentido de intimidad entre el lector y el narrador, lo que puede hacer que la historia sea más atractiva y memorable.
Es importante tener en cuenta que la narración en primera persona tiene limitaciones, como la falta de una perspectiva completa de la historia. Sin embargo, también puede ser una herramienta poderosa para crear una conexión emocional entre el lector y el narrador.
Tipos de narrador en primera persona
Existen diferentes tipos de narrador en primera persona, aquí se presentan algunos de ellos:
- Narrador protagonista: Es el personaje principal de la historia, quien cuenta su propia experiencia.
- Narrador testigo: Es un personaje que observa los acontecimientos y los cuenta desde su punto de vista.
- Narrador fiable: Es aquel que cuenta los hechos de forma verídica y honesta.
- Narrador no fiable: Es aquel que presenta una versión distorsionada o manipulada de los hechos, por lo que el lector debe leer entre líneas para comprender la verdad.
- Narrador omnisciente limitado: Es aquel que narra los hechos desde el punto de vista de un personaje en particular, pero tiene acceso a los pensamientos y sentimientos de otros personajes.
- Narrador omnisciente total: Es aquel que tiene acceso a los pensamientos y sentimientos de todos los personajes de la historia y puede contar lo que sucede en diferentes lugares al mismo tiempo.
- Narrador en segunda persona: Es aquel que utiliza el pronombre «tú» para involucrar directamente al lector en la historia.
Ejemplos de narración en primera persona
En esta sección te dejamos cada tipo de ejemplo de narración en primera persona:
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Tokio Blues de Haruki Murakami
En esta historia de ficción, el encargado de relatar los acontecimientos, es el protagonista:
“Incluso ahora, dieciocho años después, recuerdo aquel prado en sus pequeños detalles. Recuerdo el verde profundo y brillante de las laderas de la montaña, donde una lluvia fina y pertinaz barría el polvo acumulado durante el verano. Recuerdo las espigas de susuki balanceándose al compás del viento de octubre, las nubes largas y estrechas coronando las cimas azules, como congeladas, de las montañas.
El cielo estaba tan alto que si alguien lo miraba fijamente le dolían los ojos. El viento que silbaba en aquel prado agitaba suavemente sus cabellos, atravesaba el bosque. Las hojas de las copas de los árboles susurraban y, en la lejanía, se oía ladrar un perro.” (Murakami, 2012)
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Madame Bovary de Gustave Flaubert
Este ejemplo muestra un narrador testigo:
“En un rincón, detrás de la puerta, de modo que apenas podíamos verlo, se había quedado el nuevo, un chico del campo, de unos quince años y más alto que cualquiera de nosotros.
Tenía el pelo cortado recto sobre la frente como un coreuta de aldea, y su aspecto era juicioso e inhibido. Aunque no era ancho de hombros, su saco de paño verde con botones negros debía incomodarlo, y dejaba ver, por las bocamangas, muñecas enrojecidas, habituadas a estar descubiertas.
Sus piernas, con medias azules, salían de unos pantalones amarillentos muy tensados por los tiradores. Estaba calzado con zapatos sólidos, mal lustrados y con clavos.” (Flaubert, 2008)
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Escrito en el escenario de Juan Carlos Gené
Aquí presentamos un ejemplo de narración en primera persona, el cual pertenece a un texto biográfico de un actor e investigador teatral, llamado Juan Carlos Gené:
“Tengo plena conciencia de que varias y hasta muchas de las cosas aquí observadas, han sido antes dichas por otros. Adherirse a ellas significa tomas de partido, ubicación ideológica, forma de identificarse ante uno mismo y ante los otros.
Del mismo modo, y como quizá sea inevitable, tratándose en buena medida de un volumen que reúne trabajos que abarcan más de una veintena de años, se encontrarán reiteraciones y temas recurrentes: no he querido corregir ese aspecto de los trabajos, ante todo para que su publicación fuese congruente con lo que fueron en el momento de ser escritos; y porque creo pueden contribuir a observar cómo se va conformando un pensamiento a través de una acción.
De alguna manera todos los trabajos posteriores, significan un desarrollo de las aún tímidas reflexiones del primero, de 1969. Entretanto, la vida y el teatro continúan. Y yo con ellos.” (Gené, 2005)
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Orgullo y Prejuicio de Jane Austen
Para finalizar, dejamos un ejemplo de narración en primera persona del tipo monólogo dramático, narrado por el señor Darcy, uno de los protagonistas de la novela:
“No puedo atribuirle a usted esa clase de filosofía. No puede existir en sus recuerdos nada que merezca censura, de manera que el placer que experimenta en recordar no puede nacer de su filosofía sino de su ignorancia, lo que resulta mucho más ventajoso.
Mi caso es muy diferente. Tienen que presentarse a mi memoria recuerdos dolorosos, que no puedo ni debo rechazar. Si no en principio, en la práctica al menos he sido toda mi vida egoísta.
De niño me enseñaron lo que estaba bien, pero no me enseñaron a dominar mi temperamento. Recibí muy buenas enseñanzas, pero me dejaron para seguirlas todo mi orgullo y mi engreimiento.
Único hijo varón, por desgracia, y durante muchos años hijo único, me echaron a perder mis padres; ellos eran buenos, mi padre especialmente era todo benevolencia y simpatía, pero consintieron, fomentaron y casi me enseñaron a ser egoísta y dominante, a no dar importancia a nadie fuera del círculo de mi propia familia, a pensar despectivamente del resto de la humanidad, o por lo menos a desear tener ocasión de pensar despectivamente de su inteligencia y de su valía comparándolas con la mía propia.
Así fui desde los ocho hasta los veintiocho años, y así seguiría siendo de no haberla encontrado a usted, mi querida y adorada Elizabeth. ¡Cuánto le debo! La lección que me dio, aunque dura al principio, me ha sido muy provechosa. Usted me humilló, que era lo que yo necesitaba.” (Austen, 2011)