15 Ejemplos De Síndrome De Peter Pan
Se ha hablado mucho del síndrome de Peter Pan, aquel comportamiento que asociamos a las personas inmaduras y egoístas.
Este síndrome abarca un conjunto de síntomas presentes en personas que no son capaces de asumir las responsabilidades propias de la adultez, como pueden ser la paternidad o el hacerse cargo de uno mismo.
Si bien no hay distinción de sexo cuando se trata de inmadurez, la mayoría de los ejemplos de síndrome de Peter Pan se presentan en hombres. A continuación, te mostraremos algunas situaciones en las que podemos apreciar este tipo de comportamiento.
15 Ejemplos de Síndrome de Peter Pan
- Como mencionamos anteriormente, la irresponsabilidad es uno de los principales ejemplos de síndrome de Peter Pan.
- A pesar de que la rebeldía puede notarse desde una edad temprana en muchas personas, este comportamiento va desapareciendo a medida que crecemos en la mayoría de los casos. Muchos de los adultos rebeldes no luchan contra el sistema por una causa justa, sino que simplemente les da flojera obedecer las reglas impuestas.
- Es común que estas personas sean propensas a tener estallidos de cólera y poca tolerancia a la frustración. A diferencia de los “Peter Pan”, aprendemos a manejar nuestras emociones y adaptar nuestras expectativas a la realidad al crecer, de esta forma no nos sentimos frustrados o, al menos, sabemos cómo lidiar con el sentimiento.
- Una característica propia de muchos niños, al igual que de muchos adultos que no quieren crecer, es el narcisismo. El comportamiento narcisista está relacionado con alguna carencia durante los primeros años de vida. En el caso de los adultos, puede deberse a que tuvieron que competir por la atención de sus padres.
- A la mayoría de las personas que padecen este síndrome se las suele ver como arrogantes por el hecho de que suelen exagerar sus logros y sentirse superiores a los demás. Por mucho que este tipo de comportamientos sea desagradable para quienes los rodean, no es más que una máscara para ocultar lo asustados que están de crecer.
- Uno de los ejemplos de síndrome de Peter Pan más sencillos de identificar es la dependencia que sienten hacia las personas o cosas.
- A pesar de que no muchas personas quieren envejecer, la mayoría suele aceptarlo de forma madura. La negación del envejecimiento, además de ser un rasgo característico de estas personas, es un comportamiento que solo puede llevar a quien lo sufre a la tristeza extrema, ya que no podemos detener el tiempo.
- La creencia de que se está más allá de las leyes y normas establecidas por la sociedad es altamente peligrosa tanto para quienes la poseen como para los que sufren las consecuencias de los actos cometidos bajo esta idea. Quienes sufren del síndrome de Peter Pan son propensos a pensar de este modo.
- Como mencionamos anteriormente, muchos de los comportamientos que pueden parecer negativos solo son utilizados para ocultar la constante inseguridad que estas personas sienten ante la idea de no ser suficientemente buenos o aptos para enfrentarse a distintas exigencias, como mantener una familia o llevar una relación estable.
- Tal vez el ejemplo de síndrome de Peter Pan más triste de todos es el miedo a no ser queridos y aceptados que estas personas sienten. Este se debe a que no se sienten al mismo nivel que sus contemporáneos y gracias a él los individuos terminan aislándose del resto del mundo hasta convertirse en verdaderos solitarios.
- Una de las cosas más importantes que aprendemos al crecer es la empatía, por lo tanto, los adultos que nunca maduraron suelen ser muy poco empáticos, incluso cuando se trata de personas a las que aprecian. Esto ocurre porque están constantemente pensando en ellos mismos, por lo que no son conscientes de los problemas de otros.
- Todas las etapas de la vida tienen sus puntos positivos y negativos, por tanto, idealizar la juventud para negar la madurez es algo que hacen quienes no quieren madurar y añoran los tiempos en los que no tenían grandes responsabilidades. Esto es perjudicial para ellos, porque les impide disfrutar del presente.
- Quienes padecen del síndrome de Peter Pan tienen un marcado miedo a la soledad, porque no han aprendido a valerse por sí mismos. Con esto no solo nos referimos a la capacidad de trabajar para sustentarse económicamente, sino a la capacidad de lidiar con sus problemas emocionales.
- Los que presentan esta condición tienen miedo al compromiso, ya que lo ven como un agente que limita su libertad.
- El último de los ejemplos de síndrome de Peter Pan no puede ser otro distinto a la depresión presente en la mayoría de estas personas. La infelicidad constante es consecuencia de no poder lidiar con lo que se les exige y las expectativas que no pueden ver completadas.
Esta irresponsabilidad puede tomar distintas formas: desde ser incapaz de cumplir con los horarios de trabajo, hasta desentenderse de asuntos importantes en los que hemos tenido algo que ver, como el nacimiento de un hijo.
Esta dependencia puede presentarse tanto hacia su soporte emocional (como su familia o sus parejas) o hacia rituales específicos (como el tabaquismo, las apuestas o cualquier cosa que los aleje de la realidad).
Si bien es cierto que el compromiso, independiente del tipo que sea, limita ciertos aspectos de nuestra vida, es una responsabilidad que aceptamos por un bien mayor. Lamentablemente, estas personas son incapaces de ver cosas como estas.
¿Cuáles son las causas del síndrome de Peter Pan?
Este síndrome, al igual que en todos los casos relacionados con el comportamiento humano, no puede explicarse de una manera única.
Existen muchos factores en la vida de un niño que pueden manifestar este tipo de personalidad. Uno de ellos puede ser la sobre protección de los padres, lo que impide que los niños desarrollen las herramientas necesarias para resolver problemas por su cuenta.
Por el contrario, un niño puede convertirse en un adulto irresponsable si sus padres eran muy permisivos y no ponían reglas en el hogar. Cuando esto ocurre, los niños crecen con la idea de que la vida seguirá siendo así para siempre y terminan decepcionados al descubrir que el mundo de los adultos está lleno de reglas.
¿Cómo tratar el síndrome de Peter Pan?
Afortunadamente, el síndrome de Peter Pan no es tan grave si quien lo padece está consciente de ello. En el mejor de los casos, puede tratarse con la ayuda de una red de apoyo sólida y la disposición del individuo a cambiar su comportamiento.
Sin embargo, en caso de que la persona no acepte el problema, será necesario que asista a terapia psicológica. Comúnmente lo que se busca corregir en la terapia es la estructuración cognitiva. En ella se debaten las ideas irracionales del paciente y se cambian por otras que le permitirán llevar un mejor estilo de vida.